Cómo mejorar su comprensión de la Apertura
APERTURAS
¡Hola a todos! En el artículo de hoy me referiré a la comprensión en la apertura. Sé que algunos de los que leen mis trabajos son “demasiado ajedrecistas” y solo le otorgan valor a las palabras que pueden ver reflejadas sobre 64 casillas. Por ustedes comenzaré el tema que nos ocupa con el siguiente diagrama.
Esta fue la posición aplazada de la partida entre Mikhail Botvinnik y Milan Matulovic en Palma de Mallorca 1967. Kotov cuenta en su libro Piense como un Gran Maestro: “Durante el descanso del juego (Botvinnik) nos comentó a Smislov y a mí: Esta posición es una victoria fácil para el blanco. En el momento apropiado hay un sacrificio del caballo en g6 o en h5. Yo he analizado posiciones parecidas cuando me estaba preparando para mi match con Tal. Después encontró inmediatamente el camino correcto para ganar”.
43.Rf1, Ac8 44.Cg3, Ad7 45.Ae2, Da4 46.Rf2, Ae8 47.Cxg6, Cxd5 (47…Cxg6 48.Cxf5+-; 47…Rxg6 48.Cxh5+-) 48.Cxh5, Cde7 49.Dg7 1-0
La posición anterior proviene de una Benoni. Siendo esta una de las aperturas favoritas de Tal, Botvinnik, como parte de su preparación para los campeonatos mundiales de 1960 y 1961, analizó en profundidad medios juego y finales característicos de esta defensa. Este tipo de estudio le permitió reconocer métodos típicos de juego en estas posiciones. La anécdota compartida por Kotov nos devela que el resultado de esta partida fue el fruto de la comprensión de Botvinnik, dada por un profundo estudio teórico de la variante.
Memorizar mecánicamente determinado número de variantes de una o más aperturas tiene limitado valor para el jugador de Ajedrez, toda vez que a la menor desviación por parte del adversario pueden surgir en el tablero problemas difíciles de resolver, especialmente si este no cuenta aún con niveles de maestría ajedrecística. Por esta razón, la memorización debe estar precedida de la familiarización con el contenido. Esto le otorgará al ajedrecista ciertos niveles de comprensión que no solo apoyarán la memorización, sino que sembrarán las bases para la investigación individual.
La familiarización con el contenido ideal para el ajedrecista, consiste en la comprensión de los planes e ideas generales de la apertura, sumado al conocimiento de buenos y malos órdenes de jugadas (será bueno conocer no solo la sugerencia del módulo o el libro de aperturas, ya que, entender porque no son correctas otras jugadas también puede ser muy útil), los recursos tácticos de los que disponen ambos bandos y los finales típicos de la apertura o variante estudiada. Está claro que cada proceso que iniciamos en nuestra vida dista mucho de ser ideal, por tanto, es difícil recrear este tipo de escenarios previo a sumergirnos en la memorización de jugadas. Sin embargo, será muy fácil olvidar nuestro repertorio si no estamos lo suficientemente familiarizados con las posiciones que lo conforman (necesitaremos ciertos niveles de comprensión antes de aprender de memoria cientos de jugadas). Si queremos lograr una buena preparación en la apertura tocará hacer de tripas corazón y dedicar más tiempo a nuestro estudio y organizar mejor el trabajo.
Ahora, de lo anteriormente citado podrían surgir varias interrogantes, por ejemplo: ¿Cuál es la mejor vía para obtener el conocimiento referido? ¿Cómo debería estudiar? ¿Qué métodos debería utilizar?
Mi primera respuesta es que se apoye en un entrenador. Él será capaz de simplificarle el trabajo y ahorrarle muchísimo tiempo, además evitará que choque con todos los cientos de obstáculos que de seguro tendrá que esquivar si se sumerge en el proceso por su propia cuenta. Sin embargo, no todo será color de rosa. Para que el entrenador pueda enseñar con detalles a sus atletas una apertura que no forma parte de su repertorio debe emplear una importante cantidad de tiempo en dicho trabajo investigativo. Esta es una tarea factible cuando se tiene pocos pupilos bajo su tutela, pero escoger las aperturas adecuadas para cada estudiante y explicar en detalles cada una de ellas puede ser una tarea titánica similar a la de Atlas –advierto que la dificultad de la labor depende del nivel de los estudiantes-. Por tanto, en estas circunstancias el entrenador debe fomentar el trabajo individual y su papel pasa a ser el de un guía que dictará las directrices que deben tomar sus atletas, mientras recorre el camino con cada uno de ellos. Este método fue aplicado por Botvinnik desde sus inicios como entrenador en la década del 40.
El esfuerzo individual en ajedrez es una responsabilidad ineludible, con entrenador o sin él, sus resultados dependerán principalmente de su capacidad de trabajo. Por dicha razón, en el presente artículo comparto algunas herramientas que espero puedan hacerle la vida más fácil, ayudándolo a mejorar su comprensión sobre el proceso de preparación teórica y a optimizar la calidad del mismo. Diferentes autores han dejado plasmada su opinión respecto al tema que nos ocupa en la literatura ajedrecística. Desde mi experiencia, algunas cuestiones donde los autores coinciden, considerándolas útiles para mejorar nuestra comprensión de la apertura son: el análisis de las partidas modelo y jugadores modelo, examen meticuloso de las estructuras de peones provenientes de la apertura en cuestión, el estudio de la evolución de la apertura y el conocimiento de los finales típicos. Más adelante, intentaré desarrollar otros trabajos que detallen cada una de estas cuestiones, pero en el presente me centraré en los finales típicos.
Aunque no lo parezca los finales típicos le propician al jugador un conocimiento adicional relacionado estrechamente con la apertura. El estudio de éstos le proporciona al ajedrecista una visión de conjunto que le permite establecer criterios acerca de la importancia de realizar o no determinados cambios de piezas, incluso entender la utilidad de dinamizar o no determinadas posiciones -esto basado en la necesidad de un bando de hacer valer las oportunidades dinámicas de su posición, producto de avizorar peores posibilidades en un hipotético final-. Además, la extensa teoría de aperturas determina su criterio de evaluación acerca de algunas variantes, en base a finales considerados inferiores para determinado bando. No obstante, creo que es justo decir que es posible jugar bien la apertura sin conocer los finales típicos. Sin embargo, esto no significa que debamos subestimar la utilidad de este conocimiento.
La siguiente posición ocurrió en la Olimpiada de Chennai en 2022, se enfrentaban tablero por medio a Anish Giri con piezas blancas y Baduur Jobava con piezas negras.
El turno pertenecía a Jobava que jugó 17...Ae5. Considero que existen varias razones que justifican la decisión del georgiano. Lo primero es que esta jugada habilita la casilla g7 para el caballo, ya que, una de las amenazas del blanco era continuar con 18.Ad3, después de lo cual el negro tendría que regresar con su caballo a e5 o jugar f4 debilitando las casillas blancas. La computadora propone 17…f4 en lugar de 17…Ae5, al parecer el hecho de que el alfil de h2 quede completamente sepultado justifica la debilidad de color. Dicho así parece una decisión fácil, pero hacer una concesión posicional de este tipo durante una partida nunca lo es. La decisión de Jobava está más ligada al entendimiento general de la posición, probablemente las negras también querían eliminar la pareja de alfiles de las blancas. Una conclusión que sí podría tener una relación directa con el final.
A raíz de la partida Lev Polugaesvky- Wolfgang Uhlman IBM Amsterdam 1970 es bien conocido que en los finales típicos de este tipo de estructuras si las blancas conservan la pareja de alfiles mantienen muy buenas posibilidades de victoria.
Polugaevsky-Uhlman IBM Amsterdam 1970
Existen muy buenos ejemplos de este tema: Uhlman-Gligoric Interzonal Palma de Mallorca 1970 (aplicando la misma receta que le dio Poluga), Uhlman-Gligoric Chritsmas Congress 1970/71, Boris Gulko- Teimur Radjabov Corus B- Wijk aan Zee 2001(de seguro una clase para el joven Radjabov).
Estuve muy feliz de ver que recientemente una situación similar ocurrió en una de las partidas decisivas del Campeonato de Cuba en 2023. Como yo conocía el tema, este momento de la partida me resultó ilustrativo y decidí archivar la posición.
Elier Miranda (2486) – Omar Almeida (2531)
La presente posición surge luego de que las negras en su jugada 31 desplazaron su torre a e8 para disputarse el control de la columna e. El maestro Elier demuestra muy buen criterio eligiendo 32. Tf1! Con ausencia de caballos y el flanco dama completamente bloqueado no es claro que el cambio de torres favorezca a las blancas. Por tanto, al evitarlo el primer jugador mantiene mejores posibilidades de victoria. Basándonos en este mismo razonamiento gana sentido la respuesta negra 32...Ac3 con idea de forzar el cambio de torres en e1. Sin embargo las blancas consiguen neutralizar la amenaza con 33.g5, ya que luego de los cambios en e1 el alfil blanco de d3 puede incorporarse a través de la diagonal h3-c8. En ajedrez resolver correctamente estas interrogantes sencillas suele ser determinante para el resultado de la partida. Saber qué hacer, o qué no debemos hacer, puede incluso salvarnos importantes minutos en el reloj, que luego pueden ser empleados en decisiones complicadas. ¡Conocimiento de este tipo no puede ser considerado inútil!
De momento no hay mucho más que decir respecto al tema tratado, si les interesa investigar más sobre los finales típicos les recomiendo la obra del entrenador bielorruso Mikhail Shereshevsky: La planificación del Final I y II. Espero que hayan disfrutado estos cinco minutos de lectura y que se mantengan interesados por próximos trabajos. ¡Les deseo una estupenda semana!