Todo lo que deberías saber acerca de la Memorización en la Apertura II
APERTURAS
En mi artículo anterior expliqué que consumir más ajedrez tendría una influencia indirecta en nuestra capacidad para memorizar aperturas. No serán necesarios métodos sofisticados para desarrollar consistentemente esta tarea. De hecho, creo que la respuesta está más ligada a nuestra pasión por el ajedrez. Qué tanto necesitamos de él, y cuánto tiempo estamos dispuestos a pasar en su compañía. Un repertorio amplio y bien aprendido no estará influenciado únicamente por el hecho de que tengas buena o mala memoria. Gran parte del éxito detrás de dicha tarea dependerá de tu entusiasmo. Ese reflejado en aquella famosa anécdota de Sofía Polgar: Una de sus hermanas -“Ven a dormir, deja ya las piezas”- Sofía -“No puedo, son ellas las que no me dejan a mí”-
Revisar los TWIC (actualización semanal de los torneos jugados en cualquier parte del mundo) es una práctica que ya recomendé en publicaciones anteriores. Siento que esta actividad se relaciona perfectamente con la necesidad de mantenernos consumiendo ajedrez. Permite conocer las variantes de moda en la élite, y estar al tanto de cómo se están comportando nuestras aperturas.
Cuando nos referimos a preparación teórica en la apertura, uno de los primeros recursos que debe venirnos a la mente son los libros relacionados con este tema. Sin importar si los utilizas como principal o incluso única fuente de información, o sueles considerarlos material de apoyo para robustecer tu trabajo individual. Los libros de aperturas tendrán que pasar tarde o temprano por tus manos. Para materializar sobre un tablero de ajedrez las propuestas del autor que elegiste como guía, es obvio que primero necesitarás aprendértelas. Hace aproximadamente un año, incitado por situaciones de trabajo, coloqué mi curiosidad frente a la disyuntiva: ¿Cómo optimizar la experiencia de estudio de un libro de aperturas? La solución debía ser una propuesta sencilla, que pudiera recomendar incluso a un joven de 11 o 12 años. Siempre he tenido problemas con los libros de aperturas. Por lo general tienen una tonelada de conocimiento, con una estrecha relación entre sí: trasposiciones, líneas similares donde la introducción de un simple movimiento de peón cambia por completo la evaluación de la posición. Resulta que todo parece ser importante. Cuando estudiamos libros de aperturas normalmente no tiene sentido revisar un capítulo y obviar todo lo demás, algo que sí puedes hacer con otro tipo de materiales. Entonces, una vez que comienzas a leer el libro, esta parece una tarea sin fin. Pero si lo dejas a medias estarías creando un “repertorio coladero”-lleno de huecos- Mi sugerencia consiste en incorporar algunas acciones de las técnicas de estudio SQ4R (Survey, Question, Read, Recite, Relate and Review) y PLEMA (Prelectura, Lectura comprensiva, Esquema, Memorización, Autoevaluación). Para mí, la utilidad de este enfoque ganó aún más sentido, cuando supe que mi amigo GM Dylan Berdayes aplicaba algunas de estas acciones de manera intuitiva. El reconocimiento (survey) consiste en un primer contacto con el temario. Cuando lidiamos con una inmensa cantidad de información con la que no estamos familiarizados, será necesario primeramente decodificar dicha información. El reconocimiento y la prelectura nos permiten saber cuáles son las variantes a estudiar, cómo las divide el autor, cuáles son sus principales recomendaciones en cada una de estas variantes, cuál es la variante principal, etc. Mediante estas acciones se reconocen cuestiones importantes en el texto y cómo el contenido se relaciona entre sí. Mi recomendación es que no profundicen demasiado en las variantes, y no revisen todas las líneas secundarias. Desde mi experiencia, esta revisión superficial, bien intencionada, suele generar preguntas (Questions, segunda acción de SQ4R). Según el filósofo alemán Hans-Georg Gadamer, la comprensión está estructurada por la lógica: pregunta-respuesta. Por tanto, las preguntas constituyen un elemento importante para mejorar nuestra comprensión de un fenómeno, las interrogantes no sólo direccionan el estudio de un contenido, sino que ayudan a llegar a la esencia del mismo. Cuando te sientas familiarizado con el material que vas a estudiar, y tienes preguntas necesitadas de respuestas, es tiempo de pasar a la lectura comprensiva. En el caso del ajedrez, éste es un proceso más activo que la comprensión de textos literarios; ya que entender la razón de una jugada, puede ser un proceso complejo. Por cierto, el reconocimiento y la prelectura iniciales pueden permitirte saltarte el contenido que consideres que tiene poco valor. El siguiente paso será crear nuestros archivos con la información estudiada. Y por supuesto, como ya he mencionado antes, hacerlo de una manera organizada. Cumplidas estas labores, habrá llegado el momento de memorizar. Para mejorar tu desempeño en las tareas de memoria, compartiré algunas técnicas, que sin dudas deberías saber. Eso sí, será necesario que esperes a mí próxima publicación. Por hoy, no tengo mucho más que añadir, espero todo haya resultado de su agrado. No olviden subscribirse para no perderse futuros artículos.
Mientras la mayoría de nosotros estaba preocupado por la vida de Ron, Hermione y Harry . La pasión de Carlsen por el ajedrez, permite incluso, que él recuerde detalles de aquella partida jugada en la primera parte de Harry Potter.