Todo lo que deberías saber acerca de la Memorización en la Apertura I
APERTURAS
Hace un par de años, durante la copa del mundo de 2021 ganada por Duda, me encontraba siguiendo en vivo los cuartos de finales, mientras disfrutaba los comentarios de Nigel Short y Almira Skripchenko. El que terminaría siendo ganador del torneo, esa ronda se enfrentaba con piezas blancas a Vidit Gujrathi. Luego de que Caissa, diosa del ajedrez, le permitiera salir sonriendo esa tarde, Duda fue invitado al set para que comentara sus sensaciones respecto a la partida. Sobre la elección de la apertura, el polaco compartió que tenía la intención de jugar “otra cosa”, pero que debido a que tuvo problemas en el traslado a la ronda, decidió - quizás para evitar sobresaltos - jugar una línea de tablas. Veamos un poco de teoría moderna.
Los libros que preceden la Era de la informática frecuentemente minimizan el valor de la memorización en el proceso de preparación teórica, otorgando a la comprensión de los planes e ideas usuales en la apertura una importancia primordial en el entrenamiento. Considero que en la actualidad se ha modificado un poco la perspectiva del asunto, entendiendo la utilidad de la comprensión y la memorización para lidiar con la influencia de las computadoras y el creciente torrente informativo. La clásica frase: “usted debe entender, no memorizar” creo que ahora se ha abierto a la posibilidad de promover ambas tareas. Hay que señalar, que la necesidad de memorizar movimientos está ligada al nivel de los jugadores. Como bien explica Ehlvest en su obra “Grandmaster Opening Preparation”: La validez de un repertorio dependerá, como factor principal, de si se corresponde o no con el nivel de exigencias que le plantee la oposición al jugador. Los oponentes débiles no pondrán a prueba nuestra preparación de aperturas y, por tanto, no saldrán a relucir las debilidades de nuestro repertorio. A niveles más altos de ajedrez la preparación de aperturas es más fuerte y aumenta la importancia de la memorización.
Quizás, algunos de ustedes ya estén pensando que el ejemplo anterior es una partida entre jugadores de 2700, por tanto, si la necesidad de memorizar aumenta con el nivel ajedrecístico, tiene sentido que estos jugadores necesiten conocer tantas jugadas. Pero es posible que para el resto de ajedrecistas la situación sea muy diferente. Sin embargo, la cuestión no es tan simple. Cada vez es más común que veamos este tipo de ajedrez. Y no es para nada exclusivo de los 2700.
Durante el recientemente culminado Capablanca In Memoriam, quedé muy impresionado por una partida disputada en la ronda 4 entre Carlos Albornoz y Raunak Sadhwani. Mientras chequeaba la partida a través de chess24, mis ojos brillaban como los de un niño que recién descubría el ajedrez. Me costaba creer lo que estaba viendo. Llegado un punto, era difícil asumir que en una posición que parecía muy compleja, las jugadas de estos chicos coincidieran una y otra vez con la sugerencia del módulo. Todo olía demasiado bien, ¡tenía que estar cocinado! Por otra parte, la idea de que todo estuviera cocinado - que fuera un estudio casero - también me parecía impresionante. Mi curiosidad simplemente no quería estar quieta, así que me di la tarea de averiguar. Primero le pregunté a Dylan (Gran Maestro) si todo eso era teórico y hasta qué punto. Él solo me contestó: “Pues claro que sí”. Su respuesta no fue suficiente para alguien tan incrédulo como yo, así que decidí contactar directamente a Albornoz. Albornoz me confirmó que todo estaba mirado hasta el final y que lamentablemente no pudo sorprender a su rival, que luego de la partida le confesó que él también lo tenía revisado. Con su respuesta vinieron varios pensamientos a mi mente: ¿Mirado hasta el final? ¿Cuántas jugadas duró la partida? ¿No fueron 35 o 36? Mmmm… si un día juego con él voy a tener que hacerle a3 en la primera.
Les compartiré un par de momentos de la partida y el enlace, para que tengan la oportunidad de revisarla completa.
Esta posición proviene de una variante Arcángel de la Ruy López. La última jugada de las blancas 10.a5, estaba siendo muy popular para la fecha. La idea es forzar la retirada del alfil a a7 para generar amenazas tácticas aprovechando la mala situación de este alfil. 10…Cxa5, no funciona por 11.Txa5, Axa5 y 12.dxe5 ¡Con ataque decisivo! 10…Aa7 11.h3, Ab7 12.Ae3, Cxe4 13.d5
13…Axe3 14.dxc6, Cxf2 15.De2, Cxh3 16. Rh1, Cf2 17.Txf2, Axf2
18.Dxf2, Axc6 19.Cxe5, Axg2 20.Rg1 (Si 20.Rxg2, Dg5+ 21.Rf1, Dxe5 22.Dxf7+, Rd8 23.Ae6, Df6+ fuerza el cambio de damas con un mejor final para las negras)
Aquí, Vidit jugó 20…Df6 cuando según Duda podía forzar tablas con 20…00 21.Cxf7, De7 22.Cd2, d5 23.Dxg2, De3+ 24.Rh1, Rxf7. Esta última jugada sorprendió mucho a Nigel, que solo pudo añadir: ¡Estas bromeando! ¿Quién jugaría así? Pero entendemos que Short es un jugador de la era pre-stockfish. Anish Giri, quien comentó la partida para la MegaDataBase 2022, añade el siguiente comentario luego de 24…Rxf7: “unfindable stuff, but posible to memorize” (Cosas imposibles de encontrar, pero posibles de memorizar)
Canal Oficial de la FIDE ver desde 4:15:16 a 4:22:51
La última jugada del indio fue 26…000. Albornoz siguió aquí con 27. Cb3, Dxa4 28. c4! No es posible jugar 28…bxc3 al paso, pues caería la dama de a4.
Lo gracioso aquí, es que la única jugada de las negras ahora, fue la realizada por Sadhwani 28…Da3! Después de lo cual la evaluación de la máquina es 0.00. ¡Toda una locura!
En un estudio de Philippe Chassy y Fernand Gobet publicado en la prestigiosa revista PlosOne en el año 2011, los autores estiman la cantidad de movimientos teóricos que conocen jugadores de diferentes niveles. Uno de los resultados de la investigación fue que los maestros sabían más jugadas de memoria que el resto de los ajedrecistas, algo que por supuesto no nos resulta sorprendente. Sin embargo, este argumento valida la hipótesis de que este tipo de conocimiento tiene influencia en que los jugadores alcancen o no mayores niveles de experticia. Además, se estimó que los maestros (rango de ELO 2200-2399) han memorizado alrededor de unos 100 000 movimientos. Los investigadores también estimaron que para subir de clase A (1800-1999) a candidato a maestro (2000-2199) se necesita aprender 26 000 movimientos nuevos, mientras que para ascender de candidato a maestro a maestro se necesitan unos 39 000 movimientos nuevos. Otro de los resultados valiosos de dicha investigación fue calcular que el conocimiento de aperturas representa en promedio el 21.29% de la duración de una partida de ajedrez, un dato que simboliza una medida de su importancia.
Desde mi experiencia esto no significa que debamos correr a aprendernos jugadas de memoria para mejorar en ajedrez (más cuando el estudio se concentra en la apertura, obviamente existen más diferencias entre estos niveles). No me recuerdo memorizando movimientos para llegar a los 100 000. Creo que esto es un proceso que ocurre más bien de una manera natural (especialmente en los rangos B, A y candidato a maestro). Consumes mucho ajedrez y en algún punto estás en posición de decir: “Aquí debo jugar así, así y así”. No obstante, me agrada que los investigadores hayan colocado el rango de maestros desde 2200, ya que siempre he creído que a partir de ese ELO comienza a ser necesario añadir un esfuerzo extra en la preparación de aperturas.
Como ya comenté en mis publicaciones Elección del repertorio de Aperturas 1 y 2, un factor que debemos tener en cuenta para elegir aperturas es nuestra capacidad innata para memorizar. Sin embargo, independientemente de nuestra selección de aperturas, en algún punto será necesario aprender jugadas de memoria. Más en tiempos actuales, donde incluso estando en tu mejor forma, Stockfish tomándose un café podría evitar que pasaras una pieza de la cuarta fila. Entonces, la cuestión importante es: ¿Cómo recordar mejor nuestras aperturas? Obviamente no me estoy refiriendo a sus nombres, aunque esos también podemos olvidarlos. Me refiero a nuestra preparación, que mientras más información contenga, más difícil será de recordar. Desde mi punto de vista, si para aumentar nuestro conocimiento teórico vamos a tener que lidiar con inmensas investigaciones de nuestras aperturas, lo más inteligente sería aprovecharnos de todo lo que nos haga el trabajo más fácil. Así que nuevamente, voy a recalcar el valor de la organización en el aprendizaje. Pongamos un ejemplo sencillo: Cuando alguien nos da su número telefónico -usualmente tienen al menos 8 dígitos- nunca nos lo aprendemos de “carretilla”, lo normal es que lo organicemos en pares o tríos para facilitar su memorización. Particularmente soy de las personas que para aprender un número telefónico de 8 dígitos deja el primer número fijo delante, ya que usualmente se repite, luego me aprendo los siguientes tres, luego dos y dos. Comúnmente me ocurre, que cuando conozco una persona que se aprende los números telefónicos en pares (o sea de dos en dos), y me dice su número de teléfono, mi cerebro siente que le estás hablando en otro idioma. Mi primera reacción es: ¡Suave! ¡Suave! Siempre necesito unos segundos extras para procesar la información y convertirla al formato en el que trabajo. Creo que incluso estas situaciones cotidianas a las que normalmente no prestamos suficiente atención, nos dan una visión de la importancia de la organización en el aprendizaje.
Para cerrar, quiero compartir con ustedes otra idea importante. Uno de los estudios base sobre los que se han sentado cientos de investigaciones dedicadas a desentrañar los misterios de la memoria es el de Craik y Lockhart “Levels of Procesing model” publicado en 1972. Estos investigadores plantearon que el rendimiento de la memoria no depende de la cantidad de repaso, sino del nivel de profundidad al que se analiza un estímulo. Además, proponen la existencia de dos niveles de procesamiento: Procesamiento Tipo I (Repaso de mantenimiento) y Procesamiento Tipo II (Repaso elaborativo), señalando que, si un estímulo se procesa a un mayor nivel de profundidad, de modo que entre en contacto con otros significados ya almacenados, (Procesamiento Tipo II) esto genera rastros de memoria más fuertes y elaborados, que garantizan que la huella sea más duradera.
Pese a que algunos investigadores posteriores divergen en algo de esta teoría, todos o la mayoría concuerda en que construimos y guardamos el nuevo conocimiento en función del que ya tenemos, relacionando los nuevos elementos a recordar con conocimiento previo. Estímulos más elaborados y mejor relacionados con estructuras cognitivas existentes deberían garantizar que el recuerdo tenga mayor significado y sus huellas sean más perdurables. Llevando esto al ajedrez: es de esperar que los jugadores más experimentados y con más conocimiento estén en mejor posición de vincular el nuevo conocimiento a “conocimiento viejo”, otorgándole mayor significado a lo aprendido y creando recuerdos más duraderos. Para hacerlo más simple, para alguien que sabe mucho de aperturas, será más fácil aprender una apertura nueva, que para ti que estás leyendo ahora cómo deberías estudiarlas.
En resumen, mis dos primeros consejos sobre el tema son muy sencillos y probablemente también se los podría haber dado la amigable señora de los tamales. Si quieres memorizar mejor tus aperturas:
1- Debes organizarte mejor
2- Consume más ajedrez, así estarás en mejor posición para recordar.
En próximas publicaciones compartiré más sobre este tema, espero haya resultado de utilidad la lectura. ¡Tengan una linda semana!